Revolución
del amor.
Ivan Jaime Uranga Favela
Cuenta la historieta… que cabalgaban por la llanura el indio Toro y el enmascarado de plata, es decir, el Llanero Solitario cuyo nombre de origen europeo era Kemo Savay.[1] (Se pronuncia kimo savi)
De repente el Indio Toro le
dijo: ¡Kemo Savay nos siguen los indios!
A lo que el enmascarado de
plata contestó: ¡no importa Toro, al cabo nosotros somos indios!
Sorprendido, Toro le
contesta: ¿somos indios, Kemo Savay?
En la película Tizoc, dos
indios se encontraban sentados en una mesa frente a un tecolote[2]. Uno de ellos que disputaba el amor de una
mujer con el indio Tizoc, recordando una antigua leyenda mexicana que afirma:
“cuando el tecolote canta el indio muere”, a gritos pedía insistente: “canta desgraciado
tecolote para que ese indio (Tizoc) se muera, canta desgraciado tecolote, te
digo que cantes”.
El otro indio le dijo: “no,
mejor que no cante.”
El rival de Tizoc pregunta:
¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?
A lo que le contesta el
otro indio: “cuando el tecolote canta el indio muere, y aquí, todos somos
indios y cualquiera puede ser el difuntito.”[3]
Nuestros traficantes de
influencias agrupados en lo que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llamó: “la
mafia que se adueñó de México”. Como varios de ellos estudiaron en
universidades estadounidenses, tienen propiedades en ese país e, incluso, es
posible que tengan doble nacionalidad. Como manejan bien los dogmas
neoliberales como si fueran ciertos, están asociados a consorcios
multinacionales y son tratados con consideración por sus amos Omecafi, ya se
ostentan como miembros de esa élite financiera internacional. No les preocupa
que los 660 magnates de los 147 consorcios financieros más importantes del
mundo, propiedad de la oligarquía mafiosa especuladora canalla financiera
internacional que se adueñó del mundo venga por lo que queda de los negocios de
los mexicanos y de ellos mismos. Al cabo ellos, al igual que Kemo Savay se
creía indio por andar con Toro, ellos se creen Omecafi. ¿Son Omecafi Kemo Savay?
La mafia que se adueñó de
México, continúa impulsando los programas liderados por el Banco Mundial (BM) y
sus instituciones comparsa[4] que favorecen a las
compañías multinacionales punta de lanza de la aspiradora de dinero y recursos
naturales del mundo, en asociación con los mercados financieros encabezados por
la especulación desde las bolsas de valores y los bancos. Donde la humanidad
entera pierde mientras los Omecafi ganan. Se sienten intocables, por encima de
los damnificados y los daños colaterales que el sistema económico provoca,
quieren que los programas del BM avancen, privaticen, despojen, envenenen
ambiente y agua, destruyan los sistemas que sostienen la vida, en suma, que los
humanos desaparezcan, pero ellos mismos son humanos. Sería mejor que los
Omecafi y el BM y sus proyectos no avanzaran, porque aquí todos somos humanos y
cualquiera o todos podemos desaparecer. Mejor que los tecolotes no canten
porque aquí todos somos indios y podemos ser los muertos.
Podemos pasar años
planeando las formas más sofisticadas de patear las espinillas de los humildes
policías antimotines y quemar vivos a los pueblerinos soldados del ejército,
con seguridad no tendremos éxito, porque no se van a dejar y están mejor
armados que nosotros. Ese camino está cerrado, causaría un inútil derramamiento
de sangre inocente de ambas partes. Ellos no son el enemigo, la humanidad está
atrapada en su propia estupidez y por menos del 1% de seres humanos que merecen
nuestra compasión, seres que su baja autoestima los arrastró a la enajenación
de pensar que acumulando riqueza y poder, podían aumentar su autoestima y ser
felices como lo son los mexicanos aunque no tengan nada y medio coman.
Fatalmente más poderosos y ricos, más infelices. Son una herida abierta de la
especie humana. Dominados por la codicia de ser ricos, poderosos y el
miedo de perder lo que tienen, los mantienen estresados, con mucho odio y sed
de venganza. Posiblemente culpen a la humanidad entera de su infelicidad.
Otra vez, se enoje quien se
enoje, AMLO revolución pacífica de las conciencias, amor al prójimo como a sí
mismo.
[1] Yo leía estas historietas y cuando
escuchaba kimo savi, no lo asocaba con el llanero solitario que para mí era
Kemo Savay, ya joven descubrí que eran el mismo.
[2] Tecolote, lechuza, ave rapaz nocturna, se
alimenta de roedores pequeños e insectos. Símbolo de sabiduría.
[3] Difuntito es una palabra diminutiva de
difunto, fallecido, es decir, muerto.
[4] Banco Mundial, Fondo Monetario
Internacional, Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, BID, CIA,
DEA y cientos de siglas que actúan desde instituciones o bien desde la
organización “civil”, ONG’s, etc.
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