DAVID.
David nació en un pequeño pueblito del Estado de Durango, en el inmenso país México. El pueblo se llama Chupaderos y debe su nombre a un curioso fenómeno. La corriente del río y sus crecidas, durante años, cortaron el cerro y formaron una pared vertical de roca sedimentaria. De esa pared, a través de pequeños orificios brota agua mineral, como pequeños manantiales, a los cuales acudían a beber los animales salvajes: osos, venados, lobos, coyotes, conejos, liebres y, probablemente búfalos antes de que los depredadores norteamericanos acabaran con las manadas en el siglo XIX. En la actualidad también acuden animales domésticos que en su necesidad de obtener minerales complemento de su nutrición, chupan el agua mineral que brota de la roca, sin que nadie pueda precisar cómo y cuando descubrieron los animales las propiedades alimenticias de esta agua.
Chupaderos en la época en que nació David, 1920, no contaba con agua entubada para uso doméstico, es decir, no había llaves que con solo abrirlas proporcionaran el liquido vital para los seres humanos como hoy día. El agua necesaria debía acarrearse desde el río, el pueblo está situado en la ladera alrededor del cerro, por encima del nivel del agua del río, a más de 15 metros.
David perdió a su padre cuando apenas contaba con 9 años, el cual murió de una enfermedad. David era el mayor de 8 hermanos y, a esta edad tan temprana, tuvo que hacerse cargo, como jefe de familia, de ellos y su mamá. La madre de David no tenía escolaridad, cuando ella era niña, antes de la Revolución Mexicana, 1910, solo 3 de cada 100 mexicanos sabía leer y escribir.
En 1930, cuando David tenía 10 años, aún subsistían focos rebeldes Cristeros, una rebelión que inició el clero, es decir, la jerarquía católica: Arzobispos, obispos y presbíteros. Grandes grupos de campesinos fueron arrastrados por el clero, a una Contrarrevolución. La lucha se libró entre hermanos en los estados del centro del país: Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Zacatecas y Durango. Estados donde el clero tenía mayor arraigo y dominio económico antes de la Revolución de 1910.
Uno de los motivos contra los que se reveló el clero fue el articulo 3º, de la Constitución Política de 1917, que establecía el derecho a la educación gratuita, laica y socialista, es decir, libre de religión. Desde la época colonial, el clero dominaba las instituciones de educación y mantenía el control, de la economía de muchas regiones del país ya que disfruto del diezmo obligatorio que toda la sociedad pagaba para mantenimiento de la iglesia, que al parecer dejó de pagarse a mediados del siglo XIX. No esta bien documentado en la historia, pero los señores hacendados que explotaron al pueblo mexicano a finales del siglo XIX y principios del XX, tienen su origen en la simulación urdida por el clero para evitar que el estado mexicano, haciendo uso de las Leyes de Reforma promulgadas por Don Benito Juárez, expropiaran las propiedades del clero. El clero evitó la expropiación por medio de prestanombres, es decir, personas ajenas al clero, que aparecieron como dueños.
Observen que en las películas mexicanas, donde se narran hechos anteriores a la Revolución, al lado del señor de la hacienda, siempre, invariablemente, aparece el señor cura como una figura de autoridad. Por eso la Contrarrevolución cristera también lucho contra el articulo 27° de la constitución, que estableció el reparto de los latifundios, es decir, las grandes extensiones de tierra en manos de un solo propietario. El clero mexicano siempre ha estado más interesado en ganar las posesiones y gloria terrenal que el cielo, aún en contra de las enseñanzas de nuestro Mesías Jesucristo. Decir la verdad acerca de las pillerías de los malvados del clero y las luchas fraticidas a que han arrastrado al pueblo mexicano, no es ir en contra de la religión de Cristo, más bien es ir a favor de sus enseñanzas ¿Conocen a un obispo o arzobispo humilde como Jesús, que no haga ostentación de su riqueza?
David como todos los niños fuera de serie, a la muerte de su padre, se propuso ser el jefe de la familia con tan solo dos años de educación primaria. No tenía la menor idea de cómo lo iba hacer, pero por lo pronto empezó a vender, en el pueblo, viajes de agua que acarreaba desde el río en un par de latas alcoholeras, es decir, las latas donde se envasaba el alcohol para su transporte y venta, que consiste en unos botes de lamina con figura de poliedro rectangular en cuya boca se les cruza una tira de madera, la cual se fija con dos clavos grandes, de esta manera se pueden asir con la mano. Estos botes una vez llenos pesan 18 kilogramos cada uno, por lo que un niño de 10 años no podría cargarlos con sus manos, por tanto, se usa un aguantador, que consiste en una tira de madera fuerte, de un metro o poco más de largo, con dos lazos en cada extremo y ganchos de alambrón o alambre grueso. El aguantador se pone sobre el hombro y con los lazos y los ganchos se cuelgan en cada extremo las latas, de esta manera un niño puede cargar los 36 kilos de las dos latas, ¡casi su mismo peso!.
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Una persona del pueblo que tenía un pariente que trabajaba en el ferrocarril de Durango, sugirió a David que buscara la manera de trabajar en el ferrocarril. A David le gustaba mucho la escuela y el quería que sus hermanos menores si asistieran a ella, de alguna manera intuía que era la única manera en que podrían algún día cambiar sus condiciones de vida. Por tanto, David marchó a Durango lleno de ilusiones y el lonche, consistente en tacos de fríjol, que le preparó su mamá para el camino, el cual realizó a pie. La distancia entre Chupaderos y la Ciudad de Durango, capital política del estado, son aproximadamente 40 kilómetros. Actualmente en coche parece nada, pero a pie debe haberle llevado unas 4 horas, al paso campesino de David, que siempre fue muy rápido, algunos teníamos que seguirlo trotando.
DAVID EL CUIJE.
Ya en Durango, en la estación de ferrocarril, David preguntó a uno de los empleados del ferrocarril, esos que cargan las maletas y los bultos de los pasajeros, como podía trabajar en el ferrocarril.
-Todos los maleteros que trabajamos en el ferrocarril, primero hemos sido cuijes varios años y, cuando hay alguna plaza o puesto vacante o libre, si alguien de los empleados nos recomienda, porque le caemos bien o porque nos ha visto que somos diligentes y acomedidos, es probable que nos quedemos en el puesto- dijo el empleado.
-¿Qué es un Cui-Cuije?- pregunto David, turbado por la palabra “Cuije”, que nunca había escuchado antes.
-Cuije es un muchacho acomedido que auxilia a los cargadores de maletas o maleteros y carga los bultos pesados de los viajeros y vive de las propinas. A los más comedidos les va muy bien, los maleteros los invitan a compartir su comida y algunos juntan hasta dos pesos de propina a la semana- dijo el maletero. Que como la mayoría de las personas del norte de México, en esa época era bonachón, franco, sincero y nada egoísta. En esa época dos pesos podían mantener una familia campesina, con la ayuda de la milpa de fríjol y maíz, que sembraban para autoconsumo.
-¿Cómo puedo ser Cuije?- preguntó David interesado.
-Pídele permiso a Quico, el Jefe de maleteros, es buena gente y no creo que te niegue la oportunidad, dile que le vas a echar muchas ganas y que vas a ser obediente de sus indicaciones, dile que te manda Rutilo, o sea yo- dijo el maletero.
¿Quién es Quico?- pregunto David.
-Aquel señor grandote, con bigotes de Pancho Villa su tocayo, con uniforme, que está allá- dijo Rutilo. Francisco (Quico) era inconfundible, era un convencido Villista, es decir, admirador de Francisco Villa y su leyenda, acostumbraba preguntar a quien se dirigía a él: ¿Quién Vive? Y si le contestaban ¡Viva Pancho Villa!, se ganaban su simpatía. David no sabía esto, pero en Chupaderos se acostumbraba contestar a ésta pregunta: ¡Viva Pancho Villa, si señor!
David se acercó a Francisco y éste al notar que David se dirigía hacia él, preguntó:
-¿Quién Vive?-
-¡Viva Pancho Villa, si señor!- dijo David. En esa época y muchos años después, aún muerto, Pancho Villa vivía y vive, en el corazón del pueblo.
-¡Eso, usted es de los míos, caunn! Aquí puro Villista- dijo en voz alta, Francisco. La simpatía entre David y Quico fue mutua, desde ese momento y, con el tiempo se reforzó, gracias a lo atento, diligente e inteligente que era David.
Los niños con un propósito en su vida destacan por su gran carácter, a prueba de fracasos, David pertenecía a esta clase de niños, se convirtió en el jefe de su familia, su madre, sin estudios, pero no ignorante, pues sabía sembrar y el arte de sobrevivir en el campo y, con una gran inteligencia apoyó y dio autoridad a David sobre sus hermanos, para que éste los condujera como un padre.
David no asistió a la escuela, pero aprendía todo lo que le enseñaban sus compañeros Cuijes y maleteros, respecto a su oficio. Por otro lado hizo amistad con los telegrafistas del ferrocarril, gracias al don de la atención que poseía, que consiste en escuchar atentamente con todos los sentidos, las indicaciones, instrucciones y encargos. Cuando los telegrafistas requerían hacer algún encargo, invariablemente solicitaban que fuera David quién lo hiciera.
–esto lo tiene que hacer alguien muy listo, llamen a David- decían.
No es de extrañar que cuando David tuvo la edad para ser contratado por la empresa del ferrocarril, fuera el primer candidato, con el apoyo de todos los empleados que lo conocían. David conocía el código Morse, pues lo aprendió siendo aún Cuije, cuando iba ayudarles a los telegrafistas, éstos poco a poco le fueron enseñando a reconocer los puntos, las rayas y asociarlas con los sonidos: tic, tic, tac tac, tictac. La interpretación del código Morse requiere mucha atención y largas horas de entrenamiento, para interpretar los mensajes telegráficos. Durante esta época la manera de comunicación de la palabra a través de grandes distancias, se realizaba mediante el telégrafo. Las Batallas de la Revolución Mexicana fueron ganadas mediante el uso de los sistemas de comunicación más avanzados de la época: Caballo, ferrocarril y Telégrafo.
David primero fue maletero, pero muy pronto, después de un breve paso como peón de vía, ya era telegrafista. David, ya con un sueldo decente, mudó a su familia a la ciudad de Durango a una pequeña casita de sólo dos cuartos, pero con un terreno grande, donde poco a poco construirían una casa en forma. Los hermanos de David terminaron la educación primaria, pero ninguno quiso estudiar más, “al cabo David no había estudiado y era Telegrafista”, decían. No se daban cuenta que detrás de cada historia de éxito hay un gran propósito, un carácter a prueba de fracasos y un ferviente deseo de aprender, los autodidactas, como David, requieren un esfuerzo mayor y un deseo infinito de aprender, para lograr convencer a los maestros de algún oficio, que se tomen el tiempo y la molestia de enseñar a un aprendiz, ya que los maestros descuidan de alguna manera su trabajo principal, es decir, el oficio por lo cual les pagan. Los hermanos de David, cegados por el éxito de éste, pensaban que las cosas en la vida llegan gratis, si David había escalado de Cuije a Telegrafista ellos iban a llegar a gerentes... soñaban.
Recomendados y ayudados por los consejos de David, uno por uno fueron ingresando a trabajar en el ferrocarril, pero mientras David pasó de Telegrafista a Jefe de Express, de Jefe de Express a Jefe de Estación y a representante sindical de la División del Norte de Ferrocarriles de México, los hermanos de David no llegaron más arriba de peones de vía y garroteros, a pesar de los consejos, enseñanzas y todas las ayudas de David. David siempre fue la figura paterna de la familia, guía y apoyo de todos los sobrinos, hijos de sus hermanos y hermanas, una de las cuales tuvo hijos con todas las parejas que se encontró y los dejaba en casa de David y su mamá para que se los cuidaran. David fue un padre para los hijos de sus hermanos y hermanas, pues nunca se casó, sin embargo, todos estaban contaminados con la mala semilla de la mediocridad de sus progenitores, no quisieron estudiar y terminaron siendo unos fracasados.
En cierta forma David fracasó como padre, proporcionó sustento a sus hermanos y posteriormente a sus sobrinos, pero no supo o no pudo contrarrestar la nociva influencia que sus hermanos ejercieron sobre el carácter de sus sobrinos y, en ocasiones, como en éste caso, no es posible rescatar ni siquiera un solo fruto. Me gustaría decirles que David salvo a alguno de sus sobrinos de la mediocridad, pero desgraciadamente no fue así.
LA REPRESIÓN
David participó en la huelga ferrocarrilera y sufrió la represión como representante de los trabajadores, pasó cinco años recluido en la cárcel, después de la huelga encabezada por Demetrio Vallejo a nivel nacional. La cárcel acaba con el carácter de muchas personas y las pierde para la sociedad, y lo que hubiera sido una gran desgracia para muchos, para David se convirtió en una oportunidad. David era un observador agudo, observó que muchos presos comían lo que sus familias les llevaban a la cárcel y desperdiciaban los fríjoles, arroz, pan y tortillas que era la comida usual proporcionada por las autoridades del penal. Tanto desperdicio hirió la susceptibilidad de David, por lo que se presentó ante el director del penal y solicitó que todo este desperdicio en vez de ir a la basura, fuera entregado a su mamá, que en este tiempo era la responsable de la familia, incluidos todos los sobrinos.
Con los desperdicios de la cárcel, la mamá de David criaba cerdos para venderlos en pie o para hacer carnitas. La familia no solo no pasó hambre, sino que David que dirigía todo el negocio y la familia desde la cárcel, al salir se había convertido en millonario. Pronto tuvo un rancho grande en Chupaderos, justo al lado del rancho de John Wayne dónde se filmaban las películas de vaqueros norteamericanas. Amplió la casa de Durango y construyó viviendas para rentar.
David siempre contó con una buena biblioteca, como leía mucho, estaba enterado de muchas ramas del conocimiento, entre las cuales la medicina que era su pasión y la política que de alguna manera había sido la responsable de sus cinco años pasados en la cárcel como preso político.
EL PRIMER VIAJE A LA LUNA.
David y su agudeza de observación, con la revista LIFE en la mano, ante varias personas se atrevió a decir, en 1969, que el viaje del Apolo XI a la luna fue un montaje cinematográfico, nos dijo que en la luna no hay agua liquida y que una huella en la arena seca desaparece en cuanto se levanta el pie, nos mostró una sombra que solo puede verse cuando hay varias fuentes de iluminación y en la luna la única fuente de iluminación, que se sepa, proviene del sol, la bandera norteamericana ondeando, cuando se supone que en la luna no hay aire. Todos los argumentos fueron apabullados por todos los presentes incluido yo y, David con la persistencia que lo caracterizaba no aceptó jamás nuestros argumentos, estaba convencido que él tenía la razón. Nuestro principal argumento en contra fue, que de ser cierta su afirmación ¿Por qué les había creído todo el mundo, incluidos los Rusos? Ahora que he visto las películas de El Planeta de los Simios, La Guerra de las Galaxias, Mundo Jurasico, Harry Potter y El Señor de los Anillos, Hollywood ¡claro que puede hacerlo!
Muchos años después vi en Internet una polémica sobre éste asunto, con los mismos argumentos que David nos mostró y otros, pienso que David tenía razón. ¿Por qué no han regresado a la luna, si ya la habían conquistado? ¿Por qué no tienen una estación espacial parecida a la que los Rusos construyeron y que ahora comparten? Con los avances tecnológicos y la experiencia desarrollada con el lanzamiento de los satélites de comunicaciones y las sondas exploradoras que se han enviado a Marte y otros planetas, repetir lo que se ha realizado anteriormente, en la luna, debe ser sumamente sencillo ¿Dejaron de ser interesantes, para el programa espacial norteamericano, los viajes a la luna? Se han realizado viajes turísticos al espacio, llevando un turista adinerado. ¿Será que nadie tiene ya interés de ir a la luna?
Un argumento que David manejó con más persistencia y al cual nadie puso atención, probablemente porque nos dijeron que en la luna los cuerpos pesan 6 veces menos que en la tierra, fue, que David, nos mostró el tamaño de los cuetes impulsores y su combustible, para sacar de la gravedad terrestre una nave, es decir, acelerarla hasta alcanzar la velocidad de 40,000 Km/h. Fácilmente superaban 6 veces, cuando menos, el tamaño del módulo dónde iban los astronautas, con la tecnología de ese momento, se desprendían de la nave, ayudando de esa manera, por la perdida de masa, a alcanzar la velocidad y altura de alejamiento de la tierra. Si la nave llevaba cuetes para vencer la fuerza de atracción de la luna, su tamaño, incluyendo el combustible, debían ser, por lo menos ¾ de la dimensión del módulo donde iban los astronautas, los cuales, para alejarse de la luna debían también desprenderse, para ayudar, por medio de la reducción de la masa, a la nave a alcanzar la velocidad de alejamiento de la luna. Igual que cuando salió de la tierra pero 1/6 en cuanto a dimensión y peso. No son exactamente, estos los argumentos de David, él lo explicaba de una manera más simple y mostrándonos las fotografías de la torre de lanzamiento y la ficha técnica donde se decían la altura de la torre de lanzamiento, el peso en toneladas de los cuetes propulsores y el módulo donde iban los astronautas.
Con esta polémica fue como conocí a David y desde entonces en largas charlas con él, su hermano Jesús y personas que lo conocían bien desde muchos años atrás, tuve conocimiento a grandes rasgos de su historia y me interesó, me pareció un ejemplo a seguir, porque muestra que no importa el origen de un niño, éste puede lograr si se lo propone, cosas importantes en su vida. David formó a sus hermanos hasta donde le correspondía, les proporcionó sustento un hogar, un empleo, cuidó hasta de sus sobrinos. Pero la mayor parte del éxito se encuentra internamente en cada persona, si sus hermanos no desarrollaron más, fue porque no se lo propusieron ellos mismos y ya adultos achacaban a la suerte y a causas diversas su fracaso.
-David tiene mucha suerte, por eso ha tenido éxito en todo lo que se propone- decían sus hermanos y sobrinos.
Jamás conocieron o no quisieron conocer, el secreto que convierte a una persona en exitosa, a pesar de estar tan cerca de David, jamás intentaron aprender de sus cualidades, más bien lo criticaban y hasta abusaban de su bondad. Porque los mediocres, a veces, desarrollan una envidia y recelo muy grande a las personas de éxito y no estoy hablando de éxito económico, el cual es una victoria transitoria. David podía hablar con propiedad acerca de religiones, historia, ciencia, tecnología, política y muchos temas más. Se había formado a sí mismo, en interminables noches de lectura y asistiendo a las reuniones de la Logia Masónica, obteniendo el grado 33. Habiendo cursado solo hasta segundo año de primaria, no permaneció indolente en la ignorancia, se quería mucho, se dedico a hacer crecer su intelecto y espíritu, ya que defendía, como todos los grandes hombres de la humanidad, las causas justas aún a cambio de su libertad.
Desde estas líneas, sin rigor histórico, con muchos nombres cambiados, quiero hacerle un homenaje, que la historia contemporánea le ha negado, siendo un gran héroe sindical de los ferrocarrileros, en las jornadas de la huelga de 1958-59. Hemos escuchado hablar de Demetrio Vallejo, de Valentín Campa, pero pocos conocemos a David Ortiz Martínez, Secretario General de la División del Norte del Sindicato Ferrocarrilero en 1958.
¿QUIEN VIVE? ¡VIVA PANCHO VILLA! ¡SI SEÑOR!
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