lunes, 28 de junio de 2010

Aprender

Aprender

En los seres vivos y en especial los seres humanos el aprendizaje se encuentra estrechamente ligado de manera inseparable con nuestra vida. Siendo las experiencias vividas directamente y la comunicación en todas sus formas los medios de aprendizaje más comunes, dado que hay personas que aseguran que alguno o algunos de sus conocimientos los adquirieron en una experiencia trascendental, lo cual se debe entender como una iluminación, un estado alterado de conciencia, la telepatía o los sueños, esto no podemos negarlo rotundamente, solamente porque no ha ocurrido con nosotros o no hemos sido concientes de que ocurriera. Considerando que durante siglos los seres humanos ignorábamos que: los murciélagos tienen radar; los delfines y ballenas tienen sonar; que contamos con un sistema inmunológico capaz de reconocer lo propio de lo extraño y proteger nuestra integridad; que las feromonas son moléculas químicas especiales responsables de nuestra afinidad con otras personas del sexo opuesto por medio del olfato. Estos conocimientos son relativamente recientes y poco evidentes para detectarlos por medio de nuestros sentidos, no obstante, los fenómenos, que existen desde la prehistoria, permanecieron ignorados por los seres humanos durante siglos y hoy los aceptamos como verdades que siempre hubiéramos conocido. ¿Cuántos fenómenos más desconocemos o no podemos detectar con nuestros sentidos? ¡El escepticismo sin fundamento es dramático! San Agustín decía: “ver para creer”, el día de hoy, volvería a morirse si se enterara de todas las cosas en que creemos aunque no las podamos ver, oler o sentir y que requieren sofisticados instrumentos desarrollados por la ciencia humana para ser detectados: ¡la comunicación por celular, la radiación nuclear! Un niño actual nos consideraría entupidos si nos observara tratando de ver las ondas electromagnéticas que transportan la voz, los datos o las imágenes, sin embargo, estás vibraciones están a nuestro alrededor, estableciendo millones de comunicaciones entre personas.

El aprendizaje desde la concepción

Los investigadores han encontrado que desde que el óvulo es fecundado adquiere los conocimientos biológicos transmitidos por el padre y desde luego, la madre, durante su viaje hasta implantarse en el útero es acompañado por células granulosas que junto con los cilios intercambian información química con él. El bebé en formación adquiere los conocimientos relativos a la especie, a través de la información genética contenida en los cromosomas de su madre y su padre, ahora sabemos que esa información está contenida en moléculas químicas de un ácido llamado ADN que contienen información de millones de años de evolución que serán replicados por cada célula. De esta manera el nuevo ser aprende los conocimientos biológicos que lo van a construir y determinar como ser humano desde la concepción misma.

Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que aprender es vivir.

Siempre ha sido difícil saber cuantos conocimientos tienen su origen en la herencia genética de los individuos y cuantos son aprendidos a través de su experiencia de vivir. Podemos responder a esta interrogante observando que los niños mexicanos y de todo el mundo, entienden y hablan el idioma que aprenden de sus padres, pues no se conoce un caso en que al comenzar a hablar lo hagan en alemán, árabe, chino u otro idioma diferente al que hablan las personas que los crían. Por tanto, el lenguaje hablado es el primer gran aprendizaje, que no tiene que ver con la genética, incluso, es posible, que la expresión corporal y la gesticulación, que sirven para comunicarse de manera más universal, también sean aprendidos, junto con miles de conocimientos adquiridos por los sentidos que el bebé utiliza pródigamente desde los primeros días de su nacimiento: texturas, sabores, colores, olores, formas, sonidos, caricias, palabras, expresiones corporales y otras. El extraordinario cerebro del bebé registra en su memoria toda la información captada a través de sus sentidos, que cabe la posibilidad que sean más de cinco.

El ser humano recibe un cuerpo que será de su propiedad durante toda su vida, el que le guste este cuerpo o no realmente no tiene importancia, sin excepción será un ser humano. Desde el primer momento, posiblemente sin ser conciente de ello, en el instante mismo de su concepción está inscrito en la escuela de la vida y aprenderá lecciones a veces por gusto, otras a fuerzas, unas cargadas de inteligencia, otras sumamente majaderas y negativas, pero no dejará de aprender mientras viva. Las lecciones se repiten el número suficiente de veces hasta que se haya aprendido la experiencia, los fracasos forman parte de las lecciones tanto como los éxitos, es un proceso interminable de ensayo y error que contribuyen al crecimiento emocional, mental y espiritual.

¿Cuándo terminan las lecciones? ¡Nunca! ¿Hasta la muerte?, No tenemos la seguridad, ya que las escuelas espiritistas aceptan que mientras el cuerpo físico se transforma (muere) el espíritu es inmortal. Ocurre que al morir el cuerpo físico se transforma dando vida a seres inferiores mientras que el espíritu nace en otra dimensión llamada el mundo de los espíritus, por tanto, los espiritistas, consideran que el aprendizaje continua hasta el infinito. Es importante aclarar, para no confundirnos, que el espíritu no es el alma, el alma la entienden ellos como el medio físico que liga el espíritu al cuerpo, en otras palabras, el alma es el medio que permite al espíritu manifestarse en el mundo de los vivos.

Si estás vivo recibirás lecciones, sí las aprendes continuarás con la siguiente lección, si estas muerto en una nueva dimensión, dónde sólo eres energía o espíritu, en caso de no aprenderlas, seguirás recibiendo lecciones hasta la eternidad, en una sucesión de reencarnaciones. Algunas veces estarás vivo, tendrás un cuerpo físico, otras serás energía. Podemos creer en la teoría de la escuela espiritista o negar la evidencia registrada por los psicólogos en las regresiones, dónde las personas relatan sus vidas pasadas. Pero aún desde el punto de vista solamente físico en el aprendizaje: ¿Hay errores? ¿Hay aciertos?, o solo lecciones que aprenderás hasta el fin de tus días, por tu propio gusto u obligado.

¿Quién gobierna nuestra vida?, al parecer sólo depende de nosotros, estamos dotados de todas las herramientas y recursos que necesitamos para evolucionar, aún cuando nos aferremos a la ignorancia e inmovilidad. El Yo interior de cada uno de nosotros, el causante de todas las maravillas que ocurren en nuestra vida es el que tiene el control, aún cuando por pereza o desconocimiento consintamos entregar nuestro poder a otros y ser conducidos como borregos. Así como no podemos impedir nuestro crecimiento físico, tampoco podemos impedir el aprendizaje y nuestro crecimiento espiritual. A eso se debe que sistemas sociales que sometieron a los seres humanos a la esclavitud y la servidumbre, tarde o temprano fueran abolidos, sin importar cuanto inhabilitaran el crecimiento espiritual de los seres humanos de su tiempo.

El Yo interior es la luz que dirige nuestro camino a través de la evolución, algunos tienen prioridad por la búsqueda de la felicidad, el amor, el encuentro con el centro de su Ser. Su aprendizaje conciente y, a veces subconsciente, recorre el mundo centrando su atención en éstos conceptos, sin embargo, otros deslumbrados por las posesiones materiales del éxito efímero de la materia –efímero porque todavía no hemos sido testigos de que un muerto cargue con sus posesiones- a cambio de ese éxito material descuidan la evolución de su espíritu. ¿Las riquezas y posesiones les producen felicidad? Posiblemente no mucha, porque según las encuestas, los ciudadanos de los países con mayor riqueza material, son los que muestran mayores grados de insatisfacción con la vida, incluso decepcionados llegan al suicidio, como lo muestran las estadísticas y, no sólo eso, son los grandes consumidores de drogas en el mundo que matan suavemente (Killing softly) y condenan sus vidas a la desdicha convirtiéndolos en remedos de seres humanos. ¿Cuál es la razón de que millones de seres humanos en el mundo vivamos deslumbrados por ese éxito que sólo pueden alcanzar unos cuantos? Es posible que la mercadotecnia eficaz desarrollada a través de todos los medios de comunicación: cine, radio, televisión y publicidad, de estos países “exitosos”, que es replicada por los medios de comunicación, en manos de una elite “célebre” y llena de avaricia, de los países subdesarrollados, que nos envuelve y nos comunica esos conocimientos negativos, esparciendo su mensaje de fugaz felicidad que depende del consumo de alguna bebida, la compra de objetos materiales “exclusivos”, la posesión de objetos sexuales cuya belleza prototipo es fruto de la cirugía plástica, una especie de droga que nos sustrae a la realidad y nos hace profundamente infelices a los que nos dejamos atrapar por los mensajes que comunican.

Aprendizaje histórico

En los seres humanos el conocimiento tiene origen en las experiencias vividas de manera directa o a través de experiencias transmitidas por otros seres humanos por medio de la comunicación escrita y otros medios, lo que los convierte en seres históricos. Aquí parece ser donde se inicia la gran separación entre los seres humanos y la mayoría de las especies de seres vivos –digo la mayoría subrayando, porque nuestra ignorancia en la comprensión de las sociedades de insectos no permite hacer afirmaciones categóricas sobre el aprendizaje de ellos-. En muchas especies de seres vivos el aprendizaje esta limitado a unos cuantos conocimientos adquiridos durante su vida, transmitidos de padres a hijos, es decir, por imitación de generaciones inmediatas. Sin un medio para transmitirlo a otras generaciones, el conocimiento histórico es limitado. Aunque también sabemos, que ocurren mutaciones genéticas fruto del aprendizaje de la especie en muchas generaciones, es decir, los causantes de las mutaciones genéticas.

Así el aprendizaje no genético en los animales esta estrechamente ligado a las experiencias o vivencias directas, pero en los seres humanos también se obtiene de las diferentes formas de comunicación: hablada, escrita, imágenes, narradas por medio del drama, gesticulación, escultura, arquitectura, pintura, música y otros, e incluso algunos conocimientos que se aprenden por medio de la intuición. De tal manera, el ser humano tiene muchos caminos para aprender, que indudablemente están en crecimiento pues la tecnología de la comunicación no es algo acabado y día a día nos sorprende con nuevas inventos que la facilitan: Cine, Radio, Televisión, Teléfono, Internet, iPod, etc.

La aventura de aprender

Cuando nos negamos a asistir a la escuela porque nos da flojera aprender, solamente estamos diciendo que no queremos aprender de una manera amable, ordenada y sistemática, sin embargo, eso no quiere decir que no vamos aprender, porque el conocimiento esta presente en la escuela de la vida, lo estudiemos por voluntad propia o por imposición, dicho de otra manera, lo adquirimos a través de las patadas de la vida. Es por esta razón que es erróneo afirmar que existen personas ignorantes, porque el término significa ausencia de conocimiento y todos, absolutamente todos, los seres humanos tenemos conocimientos y desconocemos muchas cosas, todos los individuos con capacidad de supervivencia algo han aprendido en su vida, por tanto, es muy aventurado llamarlos ignorantes, razonando también que: “Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”.[1]

El aprendizaje puede llegar a nosotros de manera consciente, a nuestra elección o de manera inconsciente, sin que nos enteremos por el momento. Cuando estamos conscientes el conocimiento puede llegar de manera voluntaria cuando lo buscamos, o de manera casual o fortuita, pero siempre nos damos cuenta de su existencia, es decir, estamos conscientes de él. Por otro lado gran cantidad de conocimientos llegan a nosotros sin que nos demos cuenta, de manera imperceptible y sólo los apreciamos en situaciones cargadas de emoción que los hacen aflorar a nuestra conciencia provocando reacciones sorprendentes. En esos momentos conmovedores descubrimos que nuestra reacción responde a un conocimiento previo aprendido imperceptiblemente y guardado en nuestra mente de manera inconsciente.

El aprendizaje y el conocimiento fuente de libertad y poder.

Desde la aparición de los humanos sobre la tierra el conocimiento adquirido por la gran mayoría de individuos tiene su origen en el aprendizaje a través de experiencias directas, es decir, situaciones experimentadas por un individuo en particular en el transcurso de su vida muy cercano al conocimiento adquirido por los animales. A partir de la aparición de la comunicación por medio del lenguaje, estos conocimientos aprendidos por un individuo particular, pudieron ser compartidos con el resto del grupo, de allí la importancia de la comunicación en el aprendizaje. La capacidad de transmitir experiencias dio poder e influencia a los primeros narradores, que de esa manera obtenían respeto y admiración en su grupo. En todas las épocas han existido seres humanos con un gran desarrollo en la comunicación por medio de la palabra, capaces de hacer sentir a sus interlocutores las vivencias del relato y sentirse los protagonistas, solamente hay que escuchar a los cuenta cuentos actuales (Mario Iván Martínez), para saber de que hablamos. En la Costa Chica de Guerrero, México, se dice de estos narradores capaces de hacer reír, llorar, emocionar, vivir, que son muy Físicos, término que puede confundir a muchos, cuando lo oyen fuera de contexto, pero no a los que lo escuchamos después de oír a un narrador nativo.

Mientras el medio de comunicación del conocimiento se transmitió por medio del lenguaje, su trascendencia difícilmente llegaba más allá del grupo cercano, cuando este conocimiento llegaba a trascender a otros grupos lo hacia muy distorsionado por las vivencias o experiencias de quienes lo retransmitían, las leyendas tradicionales se transmitían de generación en generación y sufrían gran distorsión. Las pinturas rupestres antecedente de la escritura como apoyo a relatos orales, disminuyeron la desviación al fijar en imágenes parte del relato, sin embargo, no tenemos la seguridad que fueron pintadas con ese propósito.

La invención de la escritura significo un gran avance en la comunicación y difusión del conocimiento, pero durante miles de años la comunicación a través de la escritura estuvo restringida a un pequeño grupo selecto de sacerdotes y nobles, es decir, el pequeño grupo en el poder en todas las civilizaciones pasadas. Los escritos eran obras artesanales hechas a mano con muy pocos ejemplares, grabados sobre piedra, tablillas de barro, cuero, papiro entre otros y pocas personas podían leerlos e interpretarlos. Los primeros libros si es que los podemos llamar así, se reproducían a mano, durante siglos esa fue la manera en que se propagaba en forma restringida el conocimiento, tal es el caso de la Biblia, el Coran, Los Vedas y otros. El sistema manual de reproducción y las traducciones a otros idiomas distorsionaban de manera importante los conceptos vertidos en los libros primitivos, algunos se tradujeron a otros idiomas varios siglos después, cuando el lenguaje original en que fueron escritos ya había desaparecido y, de esta manera, son una versión de los traductores que a veces no tienen nada que ver con la versión original. El Quijote original contiene muchas palabras que ya no usamos en el español actual, la Biblia es una interpretación erudita de una escritura hebrea con cambios importantes, a través del tiempo, en su interpretación, ni hablar de las traducciones de la misma a otros idiomas a partir del griego y del latín, las cuales ya eran unas versiones del original.

Fue en China dónde por primera vez se reprodujeron mayor número de ejemplares escritos por medio de la imprenta primitiva, todavía de manera muy artesanal. Con la imprenta de Gutemberg más industrial, ocurre la primera gran revolución tecnológica en la comunicación y en la transmisión de las experiencias y la posibilidad del aprendizaje. Sin embargo, la difusión todavía era escasa y pocos los capacitados para leerlos, por tanto, las elites siguieron siendo las beneficiadas con estos conocimientos. Reconociendo que el libro no lo es todo, pues se requiere saber leer y en muchos casos trabajo de grupo y maestro, para comprender el lenguaje escrito y transformar la información en conocimiento por medio de la comprensión de la lectura, el sistema educativo es la invención humana que salvó ese obstáculo. La primera edición de la Biblia en alemán, traducida por Lutero, posibilitó el conocimiento de la religión por medio de un modo diferente a los sermones orales en latín, causando la revolución protestante en la religión católica y la desobediencia a la autoridad del papa, situación conocida como el cisma de la iglesia, creando las religiones evangelistas. Podemos reconocer también, que hasta la publicación de los primeros diccionarios el lenguaje podía tener muchas variantes e incorporar demasiados términos pertenecientes a otras lenguas. Las Cartas de Relación escritas por Hernán Cortés en 1521 y el Quijote están en un español que las generaciones actuales quizá no comprendan completamente.

Se afirma, en los libros de historia, que en el México de 1910 solamente sabían leer 3 personas de cada 100, es decir, el 3% de la población, lo cual debe ser cierto, porque en 1958 en Marquelia, Guerrero, México, un pueblo con 500 habitantes, sólo 10 personas sabían leer y escribir, sin poder asegurar todavía, si todas ellas podían entender lo escrito, es decir, comprender el lenguaje escrito y esto ocurría en numerosos pueblos en esa época. Por eso los narradores Físicos o cuenta cuentos eran tan importantes en los pueblos de México. También, debemos insistir que se requiere la comprensión del lenguaje escrito, para convertirlo en conocimiento, si queremos que las experiencias no vividas directamente comuniquen y rindan frutos de conocimiento. La alfabetización, entendida como: lectura-escritura-comprensión nunca ha sido universal, más bien ha sido escasa a través de la historia. Los países cuyo sistema educativo ha logrado la alfabetización universal siempre han tenido una calidad de vida superior no solamente en bienes materiales, sino en todos los terrenos de la cultura y las artes, ya que se convierten en países ricos en capital humano.

El gran desarrollo económico y humano alcanzado por México después de la Revolución Mexicana, pero sobre todo a partir de 1934, puede ser explicado por todas las acciones que se tomaron en el sistema educativo: creación y consolidación de escuelas superiores, las Normales Rurales, las escuelas granja, los internados, las escuelas de artes y oficios, con maestros rurales, que con sueldos miserables o muchas veces sin sueldo, fundaron aulas de alfabetización por todo el país. La historia del México del siglo XX debe ser reescrita, para difundir la verdad y reconocer a los verdaderos forjadores del bienestar que hoy gozamos. Los grandes pensadores revolucionarios defensores del pueblo, de ese siglo, se formaron en los internados y escuelas rurales creadas después de la revolución, destacando principalmente: las desaparecidas Normales Rurales, el internado del Instituto Politécnico Nacional, las escuelas granja y otras colectividades educativas que difundieron el conocimiento por todo el país, permitiendo a niños muy humildes salir de la ignorancia y la marginación. Sin esta revolución educativa, creadora del capital humano que desarrollo la técnica, la ciencia y como consecuencias la industria, el comercio y la infraestructura material que hoy día gozamos, México no sería lo que es.

La capacidad de aprendizaje y su sistematización proporciona a los seres humanos una ventaja muy grande respecto a los seres vivientes de la naturaleza, pero la posibilidad de obtenerlo a través de la palabra hablada significó un paso adelante en la civilización al ponerlo en contacto con experiencias no vividas directamente. Igualmente, la transmisión del conocimiento por medio de la palabra escrita le permitió trascender al conocimiento de experiencias vividas por personas que no conoció y que no conocería jamás: por este medio podemos aprender de la poesía de Sor Juana, el Quijote, las odas de Horacio, las églogas de Virgilio, la filosofía de Lao Tse, Confucio, Platón, Aristóteles, la obra del profeta Mohamed y tantos otros maestros de la humanidad, aún con todas las distorsiones que pudieran tener, introducidas por sus traductores y los cambios naturales en los idiomas.

Los inventos tecnológicos que permitieron la publicación masiva de libros rompieron el monopolio del aprendizaje, al poner al alcance de muchas personas los conocimientos acumulados por la civilización a través de cientos de generaciones. Los que sabemos leer, escribir y comprender, debemos apreciarlo como un tesoro, un don divino, sentirnos afortunados de haber alcanzado la libertad de acceder al conocimiento acumulado de la humanidad, siempre disponible a nuestra elección en cientos de bibliotecas gratuitas. Los pretextos para no ejercer esa libertad de aprender como son: No puedo, no tengo tiempo, sólo me interesan los chismes de los famosos, cualquier otro pretexto, y el aprendizaje sólo a través de la televisión, son evasivas que nos bloquean el acceso al conocimiento a través de la lectura, invento que todavía no ha sido superado por otro invento de la humanidad, ya que los demás inventos en comunicación, por avanzados que sean, todavía dependen mucho de la lectura, ejemplo: el Internet.

Estamos viviendo la revolución de las comunicaciones, ahora el conocimiento puede ser transmitido casi en tiempo real alrededor del mundo, de manera digital, a través de la palabra escrita, la hablada y las imágenes. Cuando la alfabetización ha alcanzado a un número muy grande de personas, se presentan ahora los nuevos medios de comunicación basados en la informática y un nuevo analfabetismo llamado informático. Sin embargo, este analfabetismo parece ser temporal, ya que los nuevos desarrollos tecnológicos facilitarán el uso de las computadoras con maneras más amables de comunicación entre las máquinas y el ser humano: menos perillas, menos botones, menos comandos, la voz, el movimiento natural, el movimiento de los ojos, imágenes, etc. Y este etcétera, puede ser todo lo que se nos ocurra que mejore el diálogo, gestos, huella digital, huella del iris, estamos seguros que se romperá la barrera de los idiomas, las escrituras y más. La posibilidad de comunicación, transmisión de conocimiento y deseo de aprendizaje abarcará a millones de seres humanos, cosa que nunca ha ocurrido antes, causando una revolución que cambiará muchas de las “verdades” actuales sostenidas en base al monopolio de las comunicaciones y del conocimiento en manos de unos cuantos. El egoísta, consumista, destructor de la naturaleza y por ende autodestructivo ser humano del siglo XX, será transformado en un nuevo ser ocupado en el bien colectivo. Estamos en los inicios de esta gran revolución, aún la mayoría de estos medios de comunicación no han alcanzado al número de personas suficientes, estos medios todavía son ampliamente usados como juguetes (para bajar juegos o música), pero en la medida que se consolide la difusión de conocimiento a través de ellos, cosa que aún es incipiente, tomará una inercia que ya nadie podrá detener, el ser humano a nivel mundial evolucionará a niveles nunca antes vistos.

Conclusión

El conocimiento siempre ha tenido sus mecanismos de transmisión y seres humanos dispuestos a aprender. El conocimiento siempre ha significado poder y libertad de elección para los humanos que lo poseen, sin importar si el aprendizaje proviene de la búsqueda voluntaria o de experiencias agradables o desagradables. La única diferencia del aprendizaje en la escuela y la vida, es que en el primer caso es ordenado, dosificado, impartido por expertos, evaluado y reconocido, mientras que en la escuela de la vida es desordenado, en dosis que nos pueden matar, a veces impartido por inexpertos, evaluaciones muy duras como heridas, golpes, cárcel, otras maneras no amables y poco o nada de reconocimiento. Asistir a la escuela no garantiza que la vida no va a tomar parte en nuestro aprendizaje, siempre vamos a encontrar situaciones y maestros improvisados dando lecciones gratuitas, no solicitadas, cargadas de experiencia, a tal grado, que en dosis excesivas, el aprendiz puede resultar con heridas graves e incluso morir. Exagerado, observen como los accidentes graves le ocurren casi siempre a los que no experimentan en cabeza ajena y los que ignoran conocimientos existentes, pensando que de esa manera se van a sustraer al aprendizaje y ¡oh sorpresa! Las lecciones llegan de la manera más contundente, dejando huellas de conocimiento imposibles de borrar. Arriesgar la integridad física para aprender es la manera más necia de adquirir conocimiento, sin embargo, los que se niegan a asistir a la escuela y ponerse en manos de un sistema educativo, parece ser que les encanta o simplemente no han tomado conciencia del peligro. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que un aprendizaje deficiente nos hace vulnerables. El refrán de que nadie experimenta en cabeza ajena llevándolo al extremo significa que debemos sentarnos a desayunar en las vías del tren, para que una vez que este nos aplaste, aprender que hacerlo nos puede costar la vida. ¿Tonto? Nos sorprendería el número de personas que así proceden en su vida diaria, no con el tren, pero si con experiencias todavía más peligrosas. En lenguaje coloquial mexicano se diría que: Se la juegan.

Todavía una fracción de segundo antes de morir, aprenderemos nuestra última lección: ¡Aprender a morir!

Desde la concepción hasta la muerte nunca se deja de aprender. No poner atención en aprender cuando se nos enseña significa que deseamos aprender con las patadas de la vida. ¡Tú eliges! ¡Esto es, como muchas otras cosas en la vida: al gusto del cliente!

Algunas personas no concebimos la felicidad sin el aprendizaje de conocimientos.



[1] Isaac Newton.